Después de varias averiguaciones en busca del nombre del autor de esta talla, no hay respuesta para ello. Se dice que data del siglo XVII. Fue escondido durante la Guerra Civil para, una vez terminada, volver a la Capilla.El paso de los años fue deteriorándola hasta el punto de tener que ser restaurada. De ese trabajo se encargó, en el año 1999, el ebanista local Toni Solís. Una obra subvencionada por la generosidad de una cofrade, en gratitud hacia el Cristo por haber superado una intervención quirúrgica delicada. A esta imagen se sumaron en el paso, en la década de los sesenta, dos sayones que completan el episodio del segundo misterio doloroso: La Flagelación.

  

 

         Se desconoce el autor de la imagen de San Pedro. Fue en el mes de Abril de 1945 cuando una mujer vecina de la calle de Rivero que se trasladaba a vivir a Oviedo la dona, en acto de cariño, a la Capilla. Se puede ver a San Pedro en actitud suplicante de perdón y arrepentimiento, pendiendo una llave de su cintura.

             
              
               Tallado en bronce por el escultor avilesino Ignacio Bernardo, esta figura fue donada a la Cofradía por la agrupación Guajes de Rivero el día 22 de Marzo de 2005.

Se incorporó a la Procesión de San Pedro al año siguiente, siendo montada en el paso del Santo, a su vera, significando con su presencia las veces que Pedro negó a Jesús antes de que cantara el gallo.

                                             

                                   Andilla

                  Portada a hombros por los cofrades, tambiés se saca en procesión la andilla que muestra el emblema de la Cofradía. Aparecen sobre la misma los símbolos que figuran en su guión y que caracterizan a las imágenes que dan nombre a la misma. La columna en la que Cristo sufre los azotes de los sayones, los Flagelos de los que se sirven estos y las Llaves que atribuyen a San Pedro, título de guardián de las puertas del Cielo.