La Parroquia de San Nicolás de Bari se asienta en el centro de la villa avilesina. Se trata de un antiguo convento de la comunidad franciscana que llegó a la ciudad en el siglo XII. A lo largo del tiempo el templo ha sufrido múltiples transformaciones por lo que únicamente la fachada norte, de estilo protogótico, se mantiene de la construcción original. Presenta signos que delatan la identidad histórica de la villa como la pila bautismal, un capitel corintio que, según los expertos, evidenciaría un posible dominio romano en el Avilés primitivo. Signos como un fragmento de cancel prerrománico (actualmente incrustado en la pared del claustro) avalan la tésis de que los monjes franciscanos aprovecharán la existencia de un templo de esa época para instalarse en nuestra ciudad. El claustro data del siglo XVII, incorporando una sala capitular correspondiente al siglo XIII. Ya en el interior, posee capilla muy interesantes, destacando la de Martín Alas (finales del siglo XV), colonizador avilesino al servicio de Felipe II.